Esta receta es otra de las especialidades de la Lela, la tradicional tortilla de patatas, que parece la más simple del mundo y sin embargo, aunque la hacemos todos, el punto que le dá ella no hemos conseguido dárselo ninguno. En el eterno debate de "con cebolla" ó "sin cebolla", ella no es partidaria de ponerle cebolla, aunque a mí personalmente me gusta de las dos formas, pero la receta de ella lleva estos
Ingredientes:
1/2 Kg. de patatas
4 huevos
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Lo primero que haremos es pelar las patatas, cortarlas en rodajas finitas, (yo suelo cortarlas con la mandolina) y ponerlas en la sarten con aceite de oliva virgen extra y un poquito de sal, y el fuego al mínimo, para que se hagan muy lentamente, como caramelizarlas hasta que las patatas estén tiernas.
Una vez que las patatas estén tiernas, las escurrimos muy bien.
En un bol aparte ponemos los cuatro huevos, le ponemos una pizca de sal y los batimos.
Una vez batidos le añadimos las patatas bien escurridas, una vez que hayan atemperado un poco y ponemos una sarten al fuego con un poco de aceite. Cuando esté caliente echamos la mezcla del huevo con las patatas e inmediatamente bajamos el fuego al mínimo.
Cuando se haya cuajado por un lado le damos la vuelta con un plato ó cualquiera de esos artilugios que venden para volcar tortillas, ó incluso con una sartén doble para tortillas.
Y ya la tenemos hasta que esté a nuestro gusto, aquí entra en juego otra polémica, el que le gusta poco hecha, al que le gusta muy cuajada, en fin, eso ya como más nos guste a cada uno. Éste es el resultado final.
Para nuestra familia el punto que le dá la Lela es el que más nos gusta, no en vano ha ganado algunos concursos de tortillas a nivel local y de asociaciones de vecinos.
Podemos acompañarla con una ensalada de lechuga, tomate y manzana como en la foto, pero lo que constituye el acompañamiento perfecto a esta tortilla de patatas es la típica "Pipirrana de Jaén". Ahí tenemos un menú veraniego realmente exquisito.
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