Pastelitos de manzana

 

    Hoy vamos a hacer de postre unos pastelitos de manzana que nos pueden servir también para desayunar, merendar o tomar con un café, son unos dulces sencillos y rápidos de preparar que llegaron a la familia a través del programa "Cocina Abierta" de Carlos Arguiñano.

    Estos pastelitos de manzana son perfectos para tomar junto a un café, un vaso de chocolate; incluso se pueden servir acompañados de una bola de helado del que más nos guste.

    Como podréis observar, aunque las cantidades son para 8 pastelitos, yo los he tenido que hacer en dos tandas, ya que no dispongo de dos bandejas de horno, el que tenga dos bandejas las puede hacer simultáneamente.

    Yo le he hecho una variante a la receta, y es que en lugar de usar manzanas reineta, yo he usado la variedad golden. Por tanto, he usado los siguientes

 

Ingredientes: (para 8 personas)

 

 

 

2 láminas de hojaldre

4 manzanas golden
6 cucharadas de azúcar
1 cucharada de canela en polvo
4 cucharadas de mermelada

Elaboración:

    Cortamos la lámina de hojaldre en 4 cuadrados y los extendemos sobre un trozo grande de papel de horno. Con una puntilla le hacemos un corte, como si fuera un marco a 1 cm. del borde, dejando en el centro de cada lado un trozo pequeño como de 1 cm. sin cortar. 

 

    Mezclamos en un plato el azúcar junto con la canela.

    Empezamos limpiando bien las manzanas y las pelamos. A continuación las descorazonamos con la ayuda de un descorazonador y las partimos en 2 rodajas gruesas horizontalmente y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela.

    Colocamos una rodaja de manzana rebozada en la mezcla de azúcar y canela en el centro de cada uno de los trozos de hojaldre. Cogemos las esquinas (los vértices) del hojaldre, las levantamos con cuidado y las introducimos en el centro (agujero) de la manzana. Repetimos lo mismo con los otros trozos de hojaldre, hasta conseguir 4  pastelitos.

 

    Ponemos los pastelitos en una bandeja de horno y los horneamos en el horno precalentado a 200º durante 20 minutos, con calor arriba y abajo.

 

    Una vez pasado el tiempo, los retiramos del horno y los pintamos con la mermelada con ayuda de un pincel. Si la mermelada está muy fría, la podemos calentar un poquito en el microondas y así nos será más fácil manejarla. Los podemos adornar con un poquito de azúcar glass por encima y ya estarían listos para consumir.