Las Costillas Barbacoa caseras son un clásico en cualquier cocina donde haya un horno, pero a baja temperatura ¡ganan aún más! Y es que se trata de una de esas recetas fácil que siempre salen bien y se cocinan prácticamente solas. Solo necesitas un buen costillar de cerdo, salsa barbacoa y el resto se encarga el horno.
Esta receta de costillas de cerdo a la barbacoa quedan muy tiernas y deliciosas, ya que la salsa barbacoa logrará una especie de costra caramelizada, que te encantará. Las costillas barbacoa se cocinan lentamente a baja temperatura y cuanto más tiempo las tengamos en el horno más ricas estarán.
Ingredientes: (para 8 personas)
1 costillar de cerdo fresco (2-2'5 Kg.)
8 cucharadas de salsa barbacoa
3 cucharadas de miel
Zumo de un limón
Sal y pimienta
Elaboración:
Precalentamos el horno a 120ºC, con calor arriba y abajo.
Salpimentamos bien las costillas por ambos lados y las ponemos en una fuente para horno.
Mezclamos todos los ingredientes de la salsa en un bol, salsa barbacoa, miel y zumo de limón, hasta conseguir una salsa homogénea.
Con un pincel de cocina untamos las costillas por ambos lados con la salsa que acabamos de preparar y reservamos el resto de la salsa para después.
Tapamos la fuente de horno con papel de aluminio y metemos las costillas barbacoa al horno a 120ºC.
Horneamos durante 2 horas para que se vayan haciendo poco a poco a baja temperatura.
Cuando se haya cumplido el tiempo, sacamos la bandeja del horno, le damos la vuelta a las costillas y volvemos a embadurnarlas con la salsa barbacoa. Volvemos a tapar la fuente con papel de aluminio y la introducimos nuevamente al horno, durante 1 hora más aumentando la temperatura a 150ºC.
Finalmente, le damos el último golpe de horno final para que queden bien doradas. En este caso, le volvemos a dar la vuelta a las costillas, las volvemos a untar con la salsa barbacoa y las metemos en el horno, ya sin papel de aluminio durante 30 minutos, aproximadamente a 190-200ºC.
Aquí ya estamos pendientes del horno hasta que estén a nuestro gusto, ya que como hemos dicho tantas veces cada horno es un mundo y el gusto de cada uno también.
Como
guarnición lo que más nos guste, podemos hacer una ensalada,
unas patatas a lo pobre, en este caso nosotros las hemos acompañado de
un puré de patatas casero.
Y éste sería el aspecto final que tendrían nuestras costillas al horno a baja temperatura. Acompañadas de un buen vino están deliciosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario