Esta receta es una más de la familia de "Cómetelo", aunque en realidad es una mezcla de dos recetas, ya que cuando la hizo Enrique el solomillo al vino lo acompañó con unas verduras salteadas y los bastones crujientes de patata los usó como guarnición de unos contramuslos de pollo en salsa, así que yo lo que he hecho es un cruce de recetas.
Para ello he utilizado los siguientes
Ingredientes: (para 6 personas)
1'5-2 Kg. de solomillo de cerdo
Elaboración:
Limpiar y cortar el solomillo en medallones de un tamaño similar. Disponer en un cuenco y agregar 3 vasos de vino tinto, un chorreón de virgen extra, el jugo de medio limón, 3 dientes de ajo, enteros y golpeados, y unas ramas de romero (el romero puede ser fresco y si no tenemos le echamos seco). Remover bien, cubrir con papel film y dejar marinar durante toda una noche en el frigorífico.
Por otro lado, pelar las patatas, cortarlas en trozos generosos y cocerlas, en una cacerola con agua, hasta que estén tiernas.
Mientras tanto, escurrir la carne y poner la marinada en un cazo. Llevar al fuego para que vaya reduciendo y espesando.
Para la guarnición, escurrir las patatas y aplastar bien hasta hacer un puré.
Salpimentar y añadir 1 cucharilla de ajo en polvo, 1 cucharada rasa de pimentón dulce y una de orégano.
Agregar la maicena, el queso en polvo y mezclar muy bien con las manos.
Extender en una fuente de horno con papel vegetal en la base. Cubrir con más papel vegetal y aplastar presionando mucho, para evitar que nos quede aire dentro de la masa.
Dejar enfriar en el frigorífico entre 2 y 3 horas.
Cortar entonces bastones de masa y freír en una sartén con aceite caliente.
Por último, cocinar la carne en una sartén con un chorreón de aceite; dándole el punto de cocción deseado. Salpimentar ligeramente.
Y éste sería el resultado final de nuestro plato.
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