Esta receta es una receta típica de verano, fresquita y que se puede preparar de víspera, cosa que se agradece mucho en esta época del año.
La podemos degustar, tanto de tapa con una cerveza fresquita, como de entrante de cualquier comida ó incluso para una cena.
Esta receta yo la he hecho con estos ingredientes, pero como os podéis imaginar está abierta para cambiar cualquiera de ellos por otro que nos guste más ó que tengamos en nuestro frigorífico.
Ingredientes: (para 6-8 personas)
Elaboración:
Como siempre que vamos a usar el horno, lo primero es precalentarlo, y como este pastel lo vamos a hacer al baño maría, nos tenemos que procurar una bandeja o fuente resistente al horno en la que quepa el molde que vamos a usar, y llenarlo con un poco de agua, como un dedo de alto (1-2 cm).
Colocamos en la posición intermedia, precalentamos a 180° con calor arriba y abajo y nos vamos a preparar nuestra receta…
Preparamos un molde rectangular, forrándolo bien con papel film transparente, o podemos usar uno desechable de aluminio.
Pelamos los langostinos, sin tirar ni las cabezas ni las cáscaras, ya que junto con alguna verdura, y mientras se hornea nuestro pastel, podemos hacer un caldo que se puede conservar en el congelador para la paella del domingo, y los cuerpos los reservamos en un bol.
En el vaso de la batidora ponemos los pimientos del piquillo, una vez bien escurrido el caldo que traen, los huevos (menos uno que cocemos y lo dejamos para decorar el pastel), la leche y la nata, salamos al gusto y lo batimos todo.
Una vez batido vertemos la mitad aproximadamente sobre el molde que teníamos reservado y lo colocamos con cuidado
sobre la bandeja de horno. Dejamos que se haga durante 15 minutos.
Pasado ese tiempo lo sacamos con mucho cuidado y colocamos los langostinos por encima, y lo cubrimos con el resto de la mezcla de piquillos.
Este paso es para cuajar un poco la mezcla sobre la que va a ir el marisco, ya que de lo contrario los langostinos se irían al fondo y lo que se pretende es que queden en el centro para que el corte final se vea más bonito.
Volvemos a meterlo al horno durante 35 minutos. Pasado el tiempo, lo sacamos
del horno y dejamos enfriar antes de meter el molde en el frigorífico, donde lo dejaremos unas 4-6 horas, como mínimo para que enfríe bien. Yo suelo hacerlo de víspera y lo dejo toda la noche en el frigorífico cubierto de papel film y al día siguiente sólo me queda desmoldar y decorar.
Mientras se está horneando podemos hacer la mayonesa, para ello echamos en el vaso de la batidora aceite de girasol, aceite de oliva (yo suelo poner 1/3 de oliva y 2/3 de girasol, pero aquí el gusto de cada uno), un chorrito de vinagre, un poco de sal y el huevo crudo.
Ponemos el brazo de la batidora abajo a poca velocidad y vamos batiendo sin moverlo y cuando empiece a emulsionar lo vamos subiendo lentamente hacia arriba y hacia abajo hasta que conseguimos la textura deseada. A veces, cuando la mayonesa ya está hecha, yo suelo añadirle tres ó cuatro anchoas y vuelvo a batir, con lo que conseguimos una mayonesa con un rico sabor a anchoa, pero ésto totalmente opcional. Y reservamos en el frigorífico, también cubierto de papel film, para luego decorar nuestro pastel.
Cuando lo vayamos a servir lo desmoldamos y lo decoramos con la mayonesa, el huevo cocido, los langostinos cocidos que teníamos reservados, así como todo aquello que más nos guste, como aceitunas, anchoas, alcaparras, tomatitos cherry,. . ., imaginación al poder y listo para llevarlo a la mesa.
Y éste sería el aspecto final de nuestro pastel de pimientos del piquillo con langostinos.
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