Dorada al horno

Ingredientes: (para 2 personas)

 

2 doradas limpias (le decimos al pescadero que las prepare para hacer al horno) 

1 limón

1 pastilla de caldo de pescado
1/4 de vaso de vino blanco
1/4 de vaso de aceite de oliva
Perejil
Sal y Pimienta

 

 

Elaboración:

Ponemos  el horno a calentar a 140ºC (calor arriba y abajo).

En el vaso de la batidora mezclamos  el vino, el aceite, el zumo de medio limón, un tercio de una cucharadita pequeña con sal, unas vueltas de molinillo de pimienta negra y media pastilla de caldo concentrado y lo batimos todo. Este será el aliño para la dorada.

En un cuarto de litro de agua caliente disolvemos la otra mitad de la pastilla de caldo de pescado.

 

 

Cogemos las doradas y le hacemos tres cortes en uno de los costados. Los ponemos en una bandeja de horno e impregnamos cada dorada con el aliño que hemos preparado, bañamos bien los cortes que hemos hecho para que el aliño entre por todas partes. Después introducimos media rodaja de limón en cada uno de los cortes.

Echamos el caldo en la bandeja de horno donde está la dorada, de esta forma cuando se haga el pescado en el horno el agua se evaporará y el pescado se conservará más hidratado. Será más fácil que no se seque la dorada y que su carne se mantenga jugosa sin tener que abrir la puerta del horno para regar constantemente con el aliño.

 

 

Metemos las doradas al horno y los dejamos entre 35 y 45 minutos a 140 grados (el tiempo ya depende de cada horno).

Cuando estén listas las doradas las sacamos y las servimos en un plato junto a la guarnición elegida. Puede ser alguna ensalada que nos guste. Hoy la he acompañado con una ensalada de canónigos con melva. Otras veces suelo acompañarla con un puré de patatas. En definitiva, aquí ya entra un poco en juego la imaginación y el gusto de cada uno.

Finalmente, espolvoreamos con un poco de perejil picado y listo.

 

Debido al calor del horno las rodajas de limón se pondrán más o menos negras. Si queremos las podemos quitar una vez preparadas las doradas e introducimos unas rodajas recién cortadas. De esta forma conseguimos que el pescado absorba el sabor del limón durante el horneado y después mejoramos mucho la presentación del plato.

Si vemos que nos quedamos sin líquido en la bandeja durante el horneado de las doradas abrimos el horno un momento y echamos en la bandeja otro medio vasito con agua (solo agua).